Warming Up [Libre]

Era la época que mas odiaba del año, invierno, sentía que los huesos se le calaban del frió y su condición madaraui no le favorecía en nada, es mas siempre tenia que andar con el calefactor encendido y llevar interiores térmicos para compensar. Pero a pesar de todo se le ocurrió dar un paseo en patineta para calentarse y termino un poco mas frió, lo que requería en esos momentos era una taza humeante de delicioso chocolate caliente con un buen pedazo de pastel.

Fue así que se puso a buscar de manera efectiva una cafetería, encontrándola, apresurándose para entrar y ademas no ser atropellado por el trafico mientras cruzaba la calle con su patineta bajo el brazo. Ya dentro agradeció a todos los dioses aborígenes australianos conocidos y por conocer, el lugar estaba mas cálido que la calle, busco rápidamente con los ojos una silla lejos de la puerta, caminando rápido a sentarse y comenzar a frotarse los brazos mientras esperaba a alguien que le tomará el pedido.

Ahora que estaba mas tranquilo y sin tener que preocuparse de seguir enfriándose en la calle, observo el interior del lugar parecía un lugar tranquilo, tenia un toque de algo que lo hacia acogedor, tanto como el interior de la bolsa de una mama canguro, extrañaba Australia, pero ahora debía concentrarse, en el aquí y ahora, suspiro pesadamente aun frotándose los brazos y con los pies sobre su skate aun sentado en la mesa.

Había terminado temprano sus clases lo cual era muy conveniente ya que tenia una entrevista de trabajo ese mismo día en una pequeña cafetería este guardando sus libros en su bolsa solo se detuvo en su dormitorio para dejar unos cuantos libros y artículos que llevaba de mas y arreglarse rápido para la entrevista, salió del campus con una sonrisa en su rostro después de todo era invierno la época mas feliz para el pequeño oso.

Camino por las calles con la dirección de la cafetería en las manos ya que todo había sido por teléfono y esa era su entrevista en físico por lo cual estaba algo nervioso, ya había trabajado en lugares parecidos con anterioridad pero siempre se preocupaba por dar una buena primera impresión, encontró la calle que le habían proporcionado y pudo mirar a lo lejos el letrero de la cafetería sin un minuto mas que perder corrió hacia ella.

Entro y miro a varias personas sentadas tomando bebidas calientes, no es que le desagradaran pero el pequeño oso no manejaba bien las altas temperaturas debido a su Madararui, avanzo hasta llegar a la cajera entregándole un folder diciéndole a la encargada "disculpe no se encuentra el encargado?, tengo una entrevista de trabajo el día de hoy” , esta lo recibió “ oh, tu vienes por el puesto?, si emm.. pues acaba de salir tendrás que esperarlo, disculpa” este dijo en tono amable “ no se preocupe esperare”, sentándose en una de las mesas que estaban desocupadas.

Finalmente tenia su chocolate caliente y humeante, se podría decir que no podía caber mayor felicidad en los ojos verdes del pelirrojo, si, una simple taza de chocolate caliente y humeante evocaba una felicidad inmensa en el chico, mas que nada por el calor que podía brindarle esta, estaba atento a todo, mientras tomaba un sorbo miraba como el café se iba llenando, hasta que vio entrar a un chico de pelo negro y lentes cuadrados, acercándose al mostrador.

Achico los ojos como queriendo intuir el porque de las acciones del otro, lo primero que se le vino a la cabeza fue que venia por empleo, ciertamente el lugar necesitaba quizás dos o tres mas meseros, al ver los rasgos de la cara de la joven que lo recibió, parecía que tendria que esperar, ya que también tomo asiento en una mesa desocupada, ladeo ligeramente la cabeza aun con los labios pegados a la taza que aun humeaba su cálido liquido, ese chico no era un mono ciertamente, solo que nunca antes había "olido" a alguien como el, así que de manera subconsciente se le quedo mirando de manera fija y casi predadora sin desearlo realmente, pareciendo casi cabreado con el otro -"Hnm este olor, que es este madaraui?... No recuerdo este aroma"- frunció un poco la nariz al exponer su olfato, no es que le desagradara el aroma aquel, solo que aun pensaba que clase sería el otro a unas mesas de el.

Esperaba sentido en la mesa al que el encargado llegase para la entrevista mientras tanto decidió dar un pequeño repaso a los que había visto en la escuela, tomo su bolsa y decidió abrirla para sacar un libro de historia y dar un repaso de lo que habían visto en clases adelantando un poco mas, después de todo siempre debía estar listo para cualquier pregunta que el profesor pudiera hacer además que ayudaría a este en sus proyectos, por lo tanto con mas razón debía estar preparado.

También tomo un cuaderno de dentro de su bolsa para tomas las notas que mas se le hicieran relevantes abrió el libro en el capitulo y comenzó a leer, su cara comenzó a reflejar concentración pero al mismo tiempo tenia una sonrisa en su rostro después de todo a el le fascinaba todo lo que tuviera que ver con la historia o cultura del mundo, cuando medio se dio cuenta el pequeño oso se había perdido en su lectura .

La mesera se acerco a el diciéndole “amm.. disculpa tu eres el joven de la entrevista verdad?” este volteo a verla respondiendo “si soy yo” la mesera con una sonrisa en su rostro “ah disculpa es que acaba de hablar y dijo que tardaría una hora o posiblemente hora y media en llegar, si gustabas esperarlo o quieras regresar otro día?” el pequeño oso quedo pensando, no tenia caso regresar mañana si solo iba a ser una hora “ lo esperare” le dijo a la mesera con una sonrisa, esta asintió con la cabeza “ no gustas algo en lo que esperas?”, volteo a ver el menú “ un moka frapuchino por favor” la mesera se le quedo viendo desconcertada ya que hacia mucho frio para una bebida helada pero no iba a cuestionar solo accedió y se retiro con la orden del joven mientras que este regresaba a su lectura.

Miro con suma atención lo que el chico de las gafas hacia, sinceramente se le hacia curioso sus gestos y su concentración en esos libros y en como parecía sacar notas de los libros, acto seguido también noto como la mesera se le había acercado y al final de una conversación corta que tuvieron escucho el nombre de una bebida fría y automáticamente cada milímetro de su piel se erizo tan solo imaginar el que tomaría algo frió en pleno invierno.

Aprovechando de que la mesera estaba cerca se decidió a pedir otra taza mas. Ah, disculpe señorita... podría traerme.. - bajo la vista mirando su taza, luego al chico de las gafas y por reflejo al pensamiento de frió en invierno termino por pedir de mas - Dos tazas mas de chocolate caliente?.. por favor..pero que esten bien calientes, si no es mucha molestia - la joven asintió mientras se iba quizás a dar los pedidos, ya nada mas restaba esperar.
Comenzó a tamborilear los dedos en la mesa mientras apoyaba una mejilla en su palma libre mirando con los ojos entrecerrados el mostrador del lugar, hasta que estornudo, cubriéndose rápidamente la cara con sus manos y maldiciendo mentalmente ya que parecía que estaba queriendo resfriarse, cosa que ciertamente seria un gran problema de sobrellevar en plena época nevada del año.

Leía tranquilamente el libro que tenia en las manos cuando sintió una mirada sobre el, este inconscientemente levanto la mirada volteando a todos lados de manera despistada, no sabia por que pero tenia ese presentimiento fue cuando escucho a una persona en la mesa de junto estornudar, volteo rápidamente percatándose del joven pelirrojo sentado el pequeño oso en tono amable le dijo “salud..” terminando con una sonrisa en su rostro.

Miro con mas detalle al pelirrojo para mirar que estaba cubierto de pies a cabeza, al verlo tan abrigado el pequeño oso no pudo evitar sentir mucho calor haciendo que sus pequeñas orejas blancas de oso polar saltaran de su cabeza, termino quitándose la chaqueta que tenia colocándola en la silla y con el cuaderno se tiro un poco de aire, llego la mesera con su bebida helada este la vio y una sonrisa se dibujo en su rostro. Tomándola con rapidez esperando que le ayudara a refrescarse tomo el sorbete y comenzó a ingerir la bebida fría de inmediato sintió un aire refrescante recorrer su cuerpo haciendo que este se sintiera mejor.

Soltó la bebida soltando un suspiro de alivio, tomo nuevamente su libro y siguió leyéndolo intentando avanzar lo mas que pudiera antes de que el gerente regresara.

Después de pensar que su cerebro se había salido con ese estornudo por lo fuerte que había sido, pudo escuchar un amable "salud" por lo que levanto la verdosa mirada encontrándose que había sido el chico de las gafas cuadradas, haciendo el que por cortesía respondiera de manera suave con un "gracias".
Claro que cuando vio las orejas en su cabeza no pudo reprimir un pequeño salto en su asiento, de esta manera su patineta moviéndose un poco fuera del perímetro de la mesa, eso lo había tomado fuera de guardia. Pero claramente tuvo que reprimir varios escalofríos al ver como el pelinegro se sacaba la chaqueta, se abanicaba y tomaba aquella bebida fría, trago de manera dificultosa hasta que llego sus dos tazas de chocolate caliente.

Después de agradecer a la mesera y mirar de manera fija sus tazas humeantes, se le escapo una ancha sonrisa nuevamente, para el era como la noche de navidad, pero ahora se preparaba para tomar sin quemarse la lengua, cosa que sucedía con cierta frecuencia si no ponía atención a lo que hacia. Era infinita felicidad, sentir como cada parte de su cuerpo sentía la calidez gracias a la humeante taza, para cuando se dio cuenta su cola estaba comenzando a aparecer por un lado de su pelo, pero suprimiendo rápidamente ese desborde, al final no quería asustar a nadie por lo repentino.
Continuo con su degustacion por el cacao caliente, hasta que miro la hora, quizás debería irse, pero su cuerpo no le obedecía, si, se negaba a volver a la heladera de la calle y terminar congelándose el trasero y todo en general, chasqueo la lengua y se acomodo mejor en su silla, se iría mas tarde, después de todo sus clases no empezaban sino la semana que venia.

Seguía con su lectura pacíficamente mientras de vez en cuando daba un sorbo a su bebida helada hasta que este la termino, hacia notas e su cuaderno totalmente concentrado cuando lego de nuevo la mesera este creyó que era para retirar su bebida cuando escucha a la mesera llamarle “ammm… disculpa..” este volteo a ver a la mesera este la noto apenada pero no entendía por que “si?” dijo ladeando ligeramente la cabeza, esta suspiro diciendo apenada “perdona las molestias… me acaba de hablar el encargado, al parecer no va a poder llegar si gustas puedes venir mañana estará feliz de entrevistarte” este bajo la mirada no quería deprimirse frente a la mesera puesto que noto que esta ya estaba lo suficientemente apenada y deprimida como para que el la hiciera sentir peor, volteo a verla con una sonrisa “no te preocupes, entonces vendré mañana… cuanto es de la bebida?”.

La mesera reacciono aliviada cuando escucho el comentario diciendo “no te preocupes, la bebida va por la casa por las molestias” este se sorprendió y dijo “oh.. enserio?, Gracias” dijo con una sonrisa la mesera correspondió la sonrisa y retiro los platos alejándose. Tomo su libro y cuaderno, volvió a meter todo a su bolsa y se levanto de la mesa tomo su chaqueta y volvió a colocársela, comenzó a caminar rodando la mesa libero un pequeño suspiro cerrando los ojos comenzó a caminar cuando sintió que había pisado algo que le desconcertó, cuando menos se dio cuenta había pisado lo que parecía ser una patineta haciendo que este se resbalara hacia atrás.

Miro todo a su alrededor en cama lenta mientras caía, libero un grito por reacción “aaa…!!” termino azotándose en el piso de manera fuerte golpeándose la espalda y cabeza mientras liberaba un sonido de dolor “agh!” quedo un momento en el piso mirando el techo con cara desconcertada tratando de pensar que era lo que había pasado.

Todo paso muy rápido y lentamente al mismo tiempo, justo cuando el chico de gafas se levantaba vio de manera casual como se iba, sin embargo sus ojos se abrieron desmesuradamente cuando vio su patineta siendo pisada por el pelinegro, sus dos primeras reacciones fue, uno, mirar bajo la mesa y efectivamente su patineta no estaba allí, para luego mirar como el otro caía hacia atrás y se daba tremendo golpe contra el suelo, a el que no se había caído le dolió tan solo el verle.

Después de unos segundos se acerco presuroso para ayudar al otro y de paso pedir disculpas, ya que el había tenido parte de culpa en la caída ajena, se hinco y le tendió la mano con una expresión preocupada - Ah!.. disculpa, te encuentras bien?... te lastimaste mucho? ... en verdad lo siento, me descuide de mi patineta y terminaste cayendo en ella como en una trampa traicionera...- espero a que el otro le tomara la mano, o quizás le gritara, o solo los dioses sabrían que le diría.

El pequeño oso yacía en el piso intentando hacer que su cerebro reaccionara pero la sorpresa del golpe lo dejo en blanco unos segundo no fue hasta que escucho una voz que se acercaba, era el pelirrojo dela mesa de junto intentando ayudarle al igual de la mesera que le había atendido anteriormente se acerco de manera apresurada para ver si este se encontraba bien, desorientado miro que el pelirrojo le pedía disculpas mientras le tendía la mano al parecer con lo que se había resbalado y dado tremendo golpe fue con la patineta de este, mirándolo preocupado le dijo con una sonrisa y rostro avergonzado “no te preocupes estoy bien…” tomando la mano del rubio para levantarse , pero al momento de separarse del piso el dolor le llego de golpe este coloco sus manos en la parte posterior de la cabeza “tsk!!...” fue lo que por reacción dijo ante el dolor, la mesera preocupada les dijo a ambos jóvenes “iré por algo frio para aliviar el golpe”.

El pequeño osos volteo a verla sonriendo con las cejas arqueadas avergonzado “gracias pero no es necesario, estoy bien “ pero esta en la desesperación ya se había ido a encontrar algo para el osito. Este solo libero un suspiro con su mano aun en la cabeza diciendo levemente “hoy definitivamente no fue mi día…”, rápidamente se percato que el pelirrojo seguía ahí con cara de preocupación este le dijo “entonces con lo que resbale fue con tu patineta?...“ mirándolo intentando captar lo que había pasado “discúlpame no vi tu patineta por estar distraído…” inclinando un poco la cabeza.

Vio mientras se levantaba al pelinegro, cada gesto con minucioso detalle, las cejas arqueadas por la vergüenza, el gesto de dolor impregnando su rostro, el suspiro que dejo escapar, aquella sonrisa que quería significar que estaba bien, pero con semejante caída y golpe, quizás no estaba bien del todo, eso si seguro le había dejado una bonita contusión en la cabeza, ademas claro de un dolor en la columna vertebral.

Cuando le lanzaron la interrogante y seguido una disculpa, la mamba verde parpadeo un par de veces como si las piezas encajaran de nuevo para seguir con el movimiento de la realidad delante de sus ojos, se apresuro a responder para no crear malos entendidos, estaba en un país extranjero y no sabia las costumbres muy bien del todo, pero si sabia que en cualquier civilización, quien habría tenido la culpa en todo el asunto había sido el, que descuido su patineta. - Si fue mi patineta, al parecer cobro vida propia y decidió hacerte caer para demostrarte el amor a la ley de gravedad.... era broma, lo siento, realmente el descuidado fui yo, no tu... debí haber estado pendiente.... la caída sonó y se vio dolorosa, ademas parece que te has hecho daño en la cabeza, no deberías dormir hoy al menos por unas tres horas.... solo para estar seguros.. de que no tienes una contusion... -

Miro al joven unos segundos mientras analizaba mentalmente cuantas eran las probabilidades de que el otro hubiera sufrido una concusion y no una contusión, caso contrario se lo debería vigilar para que no perdiera la conciencia, en el segundo caso claro, había leído mucho acerca de las posibles secuelas que traía si uno conciliaba el sueño, por eso la persona en cuestión debería estar despierta por al menos 3 horas seguidas.

El pequeño oso no podía bajar la mano de detrás de su cabeza, en cuanto lo hacia el dolor regresaba pero no iba a dejar que algo así lo detuviera no le gustaba que pensara que era un oso débil bastante con ser un oso pequeño como también que llegaran a pensar que fuera frágil, escucho el comentario del pelirrojo sobre la patineta cobrando vida y este no pudo evitar reír levemente “no te preocupes, soy mas fuerte de lo que parezco” con una cara determinada sonriendo haciéndose el fuerte, la verdad es que si le había dolido el golpe pero no le gustaba preocupar a los demás.

La mesera llego con hielo envuelto de una manta con cara de preocupación “toma colócate esto ayudara a que no se inflame” este tomo la bolsa de hielo mientras que la mesera jalaba una silla para que este se sentara, avergonzado con tantas atenciones ya que no estaba acostumbrado a ellas decía una y otra vez “enserio estoy bien solo fue un leve golpe” notaba la preocupación de las personas y no pudo evitar sentirse como un estorbo, sin dar mas preocupaciones se sentó y coloco la manta con hielo en su cabeza lo cual le ayudo bastante el dolor seso en ese momento mientras que el hielo lo refrescaba se sentía mucho mejor que no noto cuando sus pequeñas orejas blancas habían vuelto a saltar de su cabeza.

Se tomo el mentón con una mano aun algo pensativo, mirando con los ojos entrecerrados como quien ve algo que nadie ve, mas que nada dudaba de cuan bien podría estar el otro y ese "leve golpe" quizás no era tan leve como para tomárselo a la ligera, allí estaba el en sus discusiones mentales cuando de repente noto como las orejas del otro saltaban a la vista, dando un paso hacia atrás por instinto de conservación, pisando su patineta y sintiendo como la gravedad lo llamaba, pero rápidamente por reflejo se apoyo contra una silla, compensando el peso y equilibrándose, se evito una caída y un buen golpe contra el suelo seguro .

-Wah!... Holy Crap... eso estuvo cerca... - ahora sobre sus dos pies en una postura firme sobre el piso, para finalmente levantar su patineta y acomodarla sobre una silla para evitar futuros percances, no sabia como reaccionar ante esas orejas, le eran extrañas y curiosas a la vez, así que sopesando sus actos finalmente extendió una mano hasta la cabeza ajena, toco con lentitud y suavidad las blancas orejas, parpadeando un par de veces ante el tacto de estas - Vaya... que curiosas... Claramente refiriéndose a las orejas y luego rápidamente retirando la mano y mirando al otro de manera algo seria, iba a retomar el asunto del golpe en cuestión - Sabes, realmente creo que por muy ligero que hubiera sido el golpe, deberías quizás no dormir como 3 horas mínimo... tienes alguien que te cuide? -

La mesera con preocupación le pregunto al pequeño oso “estas mejor?’ este de manera amable le respondió “si.. michas gracias” sosteniendo los hielos contra su cabeza sin notar que sus orejas habían saltado por el frio, la mesera escucho que la llamaba un cliente y de inmediato fue a a tenderle ya que aun estaba trabajando, el pequeño oso cerro un momento los ojos intentando relajarse cuando escucho un ruido fuerte en la silla este abrió los ojos volteando a ver al pelirrojo “estas bien?” cuando miro que su patineta también planeaba ponerle una trampa la miro diciendo “ al parecer tu patineta tiene muchas lecciones de gravedad que dar” riendo levemente mientras que sus orejas aun eran visibles sin que el osito se diera cuenta.

Regreso su mirada hacia delante de tal forma que su cuerpo quedara completamente recto sentado en la silla después de todo no debía forzar el cuello o la espalda ya que también había caído sobre ella, intentando nuevamente relajarse cerrando sus ojos no fue hasta que sintió alguien tocando sus orejas que se dio cuenta que habían saltado. Abrió los ojos de golpe pero no se movía estaba completamente paralizado ante la sensación de alguien tocando las pequeñas orejas blancas, su rostro se ruborizo por completo mientras que el pelirrojo seguía tocando y analizando esas pequeñas orejas de oso polar mientras decía lo raras que eran para terminar liberando las orejas haciendo que estas se movieran un poco debido a la sensación.

Estaba sin saber que decir, nadie jamas habia hecho algo parecido solo podía quedarse sentado completamente ruborisado pensando una y otra vez que fue lo qu habia pasado cuando escucho al pelirojo darle inicaciones sobre como debería reaccionar ante el golpe y preguntándole si tenia a alguien este levanto la mirada aun rojo “eh… este… yo… “ sacudió la cabea intentando que eso lo sacara del transe liberando un suspiro “ahm.. no yo… vivo solo” parpadeando un par de veces.

Le había parecido gracioso el comentario de que su patineta tenia mas lecciones que dar sobre la gravedad, así sacandole una sonrisa sincera, pero ahora se concentro en la respuesta sobre si había alguien que le cuidara, al escuchar una negativa, hizo un puchero con la boca, eso no era para nada bueno, que pasaría si el chico de lentes se iba a casa solo y en el camino se desmayaba, su mente lanzo un sin fin de posibilidades no muy afortunadas.

Estaba decidido, tras pensar unos segundos, tomo la iniciativa de acompañar al pelinegro por lo menos por tres horas, al final y al cabo, el era dueño de la patineta "con vida" que causaba percances a gentes ajenas y que se iban en su contra también, al pensar en aquello se cubrió ligeramente la boca suprimiendo una risa divertida del ilógico y fantasioso pensamiento. entorno los ojos hacia los ajenos, contrastando el color de ambos, parpadeo un par de veces antes de hablar, ya que no quería que le malentendieran si planteaba sus ideas de manera desordenada.

-Oh ya veo, siento oír eso... sin embargo... yo soy el dueño de la patineta por la que caíste, te golpeaste la cabeza, lo cual puede derivar en una contusión, lo cual.... eh deriva en otras cosas no muy buenas, el punto es... que si no te molesta.. me permitirías cuidar de ti al menos por tres horas?..... solo para estar seguro de que no perderás la conciencia o algo similar- Era algo incomodo, estaba ligeramente nervioso, pero con la sinceridad de su corazón realmente no quería que nada malo le pasara por su descuido, el que no tuvo el cuidado de poner su patineta fuera del alcance de los pies de las otras personas en el cafetería. - Y?... que me dices? se arreglo el cuello de su poleron mientras metía sus manos en sus bolsillos y encogía los hombros, a tiempo que aguardaba por la respuesta.

Escucho al pelirrojo pedirle que pudiera hacerse cargo de el aunque fueran 3 horas este se sorprendió que alguien quisiera ayudar a cuidarlo ya que toda su vida el se tubo que ver por el mismo ya que nadie mas lo haría, no quería darle molestias al rubio al tener que cuidarlo pero al mismo tiempo sabia que el pelirrojo no estaría en paz este miraba al pelirrojo parpadeando un par de veces diciendo en tono algo apenado “amm.. pues.. si no es mucha molestia” moviendo la manta con hielos de tan forma que se rascaba con ella “no me molestaría a mi….” sonriéndole de manera amable.

Noto como mas clientes comenzaban a entrar al café, y que el encargado no estaría hasta mañana el pequeño oso sentía que solo estorbaba al estar ahí sentado ocupando un asiento “Creo que será mejor que me valla a casa” intentando levantarse pero le costaba un poco de trabajo hacerlo ya que el golpe hacia que se mareara levemente.

Al escuchar la respuesta, simplemente sonrió de manera suave, mientras también se percataba de que mas gente entraba al café, sin embargo quizás fue su imaginación, pero creyó ver al otro algo apenado de seguir ahí sentado, claro que acto seguido el pelinegro intento levantarse, no obstante parecía que estaba mareado.

Tomo su patineta en un brazo y con el libre rodeo el torso ajeno con suavidad, para darle mas soporte y pudiera apoyarse sobre el - Tu casa queda muy lejos? ... ven si quieres puedes apoyarte en mi - esperando a que el otro respondiera aprovecho de sacar el dinero que debía cancelar de sus chocolates calientes, hecho aquello ahora focalizo toda su atención al chico, que ahora que lo veía bien era mas alto que el por algo así como 5cm mas, pensando en ello iba a ser mas fácil que se recargara en el para poder llevarlo a su casa.

Miro como el joven pelirrojo le ayudaba a levantarse este le sonrió y recargo su brazos en la espalda del joven lo que le ayudaba a equilibrarse le pregunto donde vivía este mirando el suelo dijo “pues.. vivo en los dormitorios de la universidad del estado”, se podía percatar fácilmente la temperatura corporal del pequeño oso la cual era relativamente alta y por esa razón siempre tenia calor y comía cosas frías y refrescantes para bajar su temperatura. Caminaba hacia la puerta de manera calmada la mesera se acerco diciendo “regresa cuando te sientas mejor hablare con el encargado sobre lo que sucedió, de nuevo disculpa las molestias” este sonrió hacia la joven diciendo “muchas gracias y discúlpame a mi por las molestias” mientras se acomodaba bien para no lastimar al pelirrojo y seguir caminando hacia la universidad.

Salieron del café hacia un aire frio que podría helar el cuerpo de cualquiera pero para el oso esa como una fresca brisa ya que su cuerpo liberaba temperatura alta ajustado se al clima frio que lo rodeaba, este respiro de manera profunda diciendo “que fresco” sonriendo y siguió caminando recargado del pelirrojo.

El,que no se había percatado, sintió el calor corporal del otro, pareciendole completamente agradable, para el, un ser que no podía estabilizar su temperatura corporal, aun mas que los otros de su tipo, simplemente era agradablemente cálido, escucho como la mesera los despedía y el pelinegro se disculpaba, el por su parte su parte suspiraba, ya que el era el que debía de disculparse, pero al parecer nadie quería dejarle tomar la iniciativa de disculparse oficialmente.

- Ah.. en los dormitorios de la universidad?... eso queda lejos? - pregunto con suavidad, ya que el no se habituaba aun a su nuevo hogar, sin embargo cuando estuvieron fuera sintió como un escalofrió le recorrió la espina dorsal, haciéndole temblar ligeramente y arrimarse un poco al otro de manera inconsciente, miro con los ojos grandes cuando escucho decir al otro "que fresco", hasta le pareció que el pelinegro se estaba aliviando -F-Fresco?!.. esta helando como en una nevera.... my god... espero no enfermar - comento a tiempo que se ponía la capucha de su chaqueta encima, mientras que la punta de su nariz se coloreaba de un tono rojizo al igual que sus mejillas, para luego murmurar muy suave -Definitivamente Australia es mucho mejor ... cálido ~ - Así, sosteniendo al chico de lentes siguieron su trayecto lentamente, queriendo omitir de manera mágica el hecho de que su trasero se estaba congelando.

“Pues esta a unas cuantas cuadras, no te preocupes yo te guio…” dijo aun recargado en el pelirrojo, el fio clima que para el era lo mas fresco del mundo escucho al pelirrojo quejarse de este y escucho al rubio esperar que no se enfermara abrigándose mas, este pensó “bueno no todos tienen el mismo estado corporal que yo es normal que el crea que hace frio…” volteo la mirada hacia delante y con determinación le dijo al pelirrojo “ si quieres…” acercándolo al grado de pegarlo con el “mi temperatura corporal te ayudara a que no sientas frio” intentando que su calor natural reconformara un poco al pelirrojo y que este se calmara.

Camino cuando este recordó lo que el pelirrojo había dicho que sus orejas eran extrañas este levemente sonrojado le dijo al pelirrojo desviando la mirada “eee… amm tu crees que.. mis orejas son extrañas?” riendo levemente avergonzado mientras seguían caminando acercándose mas a los dormitorios.

Asintió a lo que el otro le guiaría, eso haría mucho mas fácil las cosas en el sentido de que, no se perderían, caminaron un trecho cuando el otro le comento algo, a tiempo que le estrechaba mas contra si, cosa que hizo que la serpiente se pusiera alerta, para luego calmarse al oír sobre que la temperatura corporal del pelinegro al parecer era alta, eso explicaría la calidez que sentía que manaba del mas alto. - Ah.. ya veo .. muchas gracias ... siempre he tenido problemas con mantener y conservar mi temperatura corporal - comento aun avanzando por la vereda.

Ahí iban ellos dos, bastante juntos, realmente ahora no sentía tanto frió como antes, el otro parecía un calefactor humano ciertamente, fue cuando le pregunto sobre sus orejas y el si eran extrañas realmente - Oh eso... pues si, antes que extrañas yo diría curiosas... creo que mas que nada porque no conocí a nadie parecido antes... nunca vi unas orejas así en un perro o gato... - Comento ya que eran los únicos dos tipos de madarauis que tenían orejas actualmente, el había vivido en Australia, donde lo natural era ver a gatos, perros, serpientes, cocodrilos, monos. Si sabia que los perros tenían temperatura corporal elevada, pero realmente este chico de gafas era diferente, cosa que despertaba su curiosidad.

Caminaban por la acera cuando llegaron aun semáforo que tenia el cruce peatonal en rojo y escucho al pelirrojo contestar sobre sus orejas este mirando hacia enfrente puso una cara medio desconcertada y levemente deprimida “perro.. gato…. Es por que soy muy pequeño que me confunden con ellos “ pensaba deprimido ya que el osito tenia ese complejo por ser muy pequeño para ser un Madararui de oso, bajando levemente la mirada dijo en voz un poco baja “nunca has visto un Madararui “Oak Bear?” levanto a lirada a mirarlo de reojo “soy un Madararui Oak- Oso Polar” riendo levemente apenado.

El semáforo cambio a verde para peatones cuando este mirando hacia enfrente le decía al peli rojo “ los madararuis Oak Bear por lo general no están en climas muy calurosos por su complexión , no somos de temperatura tan alta como los perros pero somos los segundos en la lista de temperatura corporal en especial mi especie oso polar, son los que mas temperatura corporal producen por eso somos los que menos toleramos el calor…” bajo la cabeza mientras terminaban de cruzar la calle “para serte franco … al verte tan abrigado, no pude evitar el sentir mucho calor “ riendo levemente “ debo asumir por tu poca tolerancia al frio que eres un Madararui reptil?” mirando de reojo al pelirrojo.

Le vio algo deprimido, quizás había dicho algo que no debía, le escucho decir en voz baja algo y luego logro comprender el porque le parecía tan peculiar este madaraui, era un Oak Bear, un oso, ahora mientras aguardaban el semáforo peatonal comenzaba a poner una cara entre sorprendida y entusiasmada.

Cuando el semáforo cambio escucho atentamente la explicación del chico de gafas, prestando absoluta atención, sin separarse de el otro, claro que cuando le comento que al verle tan abrigado le hacia hacer calor no pudo evitar reírse de manera suave, terminaron de cruzar la calle, y si, el pelinegro no se equivocaba el si era un madaraui reptil y uno con progenitores reptiles ambos, era por eso que el tenia aun mas, poca tolerancia al frió.
- Ah bueno.... primero que nada, nunca he conocido a un Oak Bear Madaraui... así que disculpa si te confundí con un gato o perro....por lo que eres el primero que conozco en toda mi vida, sabes, yo vengo de Australia y ciertamente allí no hay osos- siguieron caminando por la acera, y le sonrió de manera tranquila antes de explicar el porque vivía abrigado en esta época del año. - Y no te equivocas, soy un madaraui reptil, una serpiente, snake eye o Jyanome, pero aunque muchos madarauis como yo no son buenos con la temperatura en esta época del año.. yo especialmente soy mas sensible...- Hizo una pausa mas que nada porque le daba pena comentar ese tema, que era esa deficiencia de la baja de sus factores térmicos - Porque... mi madre es una serpiente, como yo y mi padre es un Rain Dragon... así que ya ves.. pero debo admitir que...si a ti te dio calor a mi me subían los escalofríos al verte tomando esa bebida helada en la cafetería, for god sake!... estamos en invierno! .. pensaba yo - Termino diciendo, a tiempo que se le escapaban algunas carcajadas suaves.

Tal como el pequeño oso lo había imaginado se trataba de un Madararui reptil, un Snake Eye anteriormente se había topado con Madararui de esa clase pero nunca se había tomado la molestia de hablar con uno, no por que no quisiera sino por que siempre se encontraba metido en sus estudios o en su trabajo lo cual era uno de sus mayores defectos y la causa pro la cual tenia tan escasos amigos. Se sorprendió cuando dijo que nunca había conocido un Oak bear pero al mismo tiempo comprendió claramente el por que ya que el reptil se había criado en un lugar donde ellos no habitaban por el inmenso calor que hacia en ese lugar y se tranquilizo liberando un leve suspiro cuando le explico el por que lo había confundido con un gato o un perro.

Seguían caminando por la calle ya se encontraban a unas cuantas cuadras de la universidad este le dijo al llegar a la esquina “ya estamos cercas solo hay que cruzar a la izquierda, la universidad queda a unas 4 cuadras hacia haya” apuntando hacia donde se encontraba la universidad, se podía alcanzar a ver el techo de esta a la distancia. Seguía escuchando lo que el Snake Eye decía con mucha atención y al parecer el era una combinación muy rara de Snake con Rain Dragón, había escuchado sobre ese tipo de personas pero nunca se había encontrado con uno ya que no eran muy comunes lo cual lo sorprendió bastante, le dio mucha gracia el escuchar el comentario y lo peculiar que era la situación de ellos 2 no pudo evitar reír cerrando los ojos y sonriendo “que peculiar, al parecer somos completamente opuestos en cuestión de nuestras resistencias a la temperatura” le dijo sonriendo al pelirrojo, lo miro un momento y se dio cuenta que ni siquiera se había presentado, todas esas circunstancias habían pasado tan rápidas que ni siquiera había tenido la oportunidad de hacerlo, extendió levemente la mano mientras seguía recargado en el pelirrojo diciendo “me acabo de percatar…. No nos hemos presentado“ riendo levemente “mucho gusto mi nombre es Mika Alexander Amsel puedes llamarme Alex o Mika, mucho gusto en conocerte” sonriendo al pelirrojo.