Un pequeño accidente. [LIBRE +18]

**Mark Kruger** Lun Ene 09, 2012 5:13 pm

Era un día como cualquier otro en la vida de Mark Kruger, quien en esos momentos se consideraba un perro feliz, de nuevo se había fugado de las clases en la Preparatoria pero en esta ocasión tenia un buen motivo...tuvo que hacer fila en una pequeña pastelería de la ciudad para ser de los primeros en comprar el nuevo postre que habían creado en el local, casi lloro de felicidad cuando le entregaron la cajita con el contenido azucarado, salio rápidamente de la tienda.

Por eso en esos momentos se encontraba atravesando el Parque a toda la velocidad, corriendo mientras sostenía con cuidado la caja entre sus manos, necesitaba llegar a su hogar para disfrutar apropiadamente de su exquisito bocadillo, iba demasiado distraído como para fijarse que alguien caminaba frente a él por lo que inevitablemente terminaron chocando con suficiente fuerza para hacer que ambos perdieran el equilibrio. Los ojos del canino se abrieron con sorpresa al ver como la caja con su postre escapaba de sus manos y en un intento desesperado por atraparla volvió a empujar al extraño, cayendo ambos al interior de una fuente, sin poder atrapar su pastel y terminando encima del cuerpo del otro hombre, ambos mojados dentro de la fuente del Parque-...No...¡Mi pastel! -se quejo, arrugando el ceño.

**Jace Herondale** Lun Ene 09, 2012 5:42 pm

Iba caminando como siempre pensando en la misma cantaleta que lo abrumaba desde hacía ya tiempo… “Presiones sociales, a la mierda. Tener descendencia, a la mierda. Engendrar hijos, a la mierda. ¿Tener más cocodrilos? No le veo el porqué, ya hay suficientes en el mundo como para que yo tenga la obligación de engendrar más” Era ilógico que su padre se hubiese dignado a mandarle una carta donde prácticamente le suplicaba que por favor tuviese descendencia para que su apellido y su raza siguieran poblando el planeta. “Los Herondale somos mierda… no veo el motivo para que sigamos sobre la tierra, la tierra tiene suficiente conmigo” sonrió de lado y completamente distraído no vio venir a cierto joven rubio que chocó contra él.

—¿Pero qué demonios… —no pudo ni terminar la pregunta porque alcanzó a distinguir que al chico se le cayó una caja. El chico que pudo identificar como un perro, se abalanzó sobre su paquete y le importó un carajo volver a empujarlo. Con la fuerza del impacto los dos fueron a dar contra la fuente del parque que estaba a un par de metros de donde el castaño había estado caminando. —¡Maldito bastardo!— gritó Jace al sentir el agua mojándole la ropa. Había cerrado sus orbes verdes por la sensación del impacto, pero cuando los abrió vio que todavía para su hermosa suerte un pastel le embarraba. Sus ojos brillaron espectacularmente y sus colmillos quisieron salir a relucir. —¡Hijo de puta! ¿Estás ciego maldito perro bastardo o qué?— iba a estirar la mano para agarrarlo de la solapa de su atuendo pero enseguida le dio una corriente de aire que le heló hasta los huesos. Herondale se quedó quieto unos segundos antes de que su piel morena perdiera color y sus labios se pusieran blancos. —Maldición— alcanzó a susurrar entredientes y su cuerpo comenzó a temblar. Su condición de cocodrilo y serpiente le hacían insoportable el frio.

**Mark Kruger** Lun Ene 09, 2012 6:03 pm

No le prestaba mucha atención al hombre debajo de su cuerpo, veía con pena los restos de su pastel que ahora estaba mojado y embarrado en el cuerpo del castaño, había estado parado fuera de la tienda tanto tiempo, esperando por comprar el delicioso postre, degustarlo e intentar hacer uno por su cuenta pero ese tipo...había venido de la nada a arruinar su momento de felicidad. Arrugo el ceño al escuchar los insultos, se sentó sobre las caderas del otro mirándole fijamente- ¡TAMBIÉN ES TU CULPA! Eres un maldito insensible que no tiene idea de lo que me costo conseguir ese postre -gruño por lo bajo enseñando un poco los colmillos, en realidad no sentía el frió del agua o el clima, al ser un perro y uno pastor, tenia la temperatura inusualmente alta; sacudió con firmeza su cabeza para intentar secar su cabello, salpicando agua.

Lo oyó mascullar una maldición y solo entonces se dio cuenta de la condición del otro chico, abrió los ojos con sorpresa y algo de miedo-...¿Serpiente? -murmuro, en ese momento se sentía culpable y sobre todo tenia miedo de lo que pudiera pasarle al otro, con rapidez se quito de encima, saliendo de la fuente, ayudando al castaño (con algo de dificultad) a salir del agua, estaba helado- Ven, cerca hay una caseta para guardar las bicicletas, no es mucho pero estará algo mas tibio -susurro- Pero también fue tu culpa -le recordó, carraspeando y volviendo a fruncir el ceño, guiándolo hasta una pequeñísima bodega que había en el Parque donde se guardaban las bicicletas que rentaban, entraron con cuidado y de forma algo brusca le obligo a sentarse- Tsk si no estuvieras tan distraído no habría pasado esto. Quítate la ropa que este mas húmeda y no te preocupes, no eres mi tipo -comento con burla, dándole la espalda para respirar profundamente y en pocos segundos se transformo en su forma espiritual, al menos en su forma canina le daría un poco de calor.

**Jace Herondale** Lun Ene 09, 2012 6:38 pm

Y mientras él seguía congelándose el trasero el maldito perro le decía que era su culpa y renegaba por su maldito e infernal postre que estaba embarrado en su rostro y pecho. Lo vio con horror sacudirse -como el vil perro que era- el cabello, haciendo que gotas de agua le cayeran en la cara. Fue entonces cuando el perro se percató que él cada vez perdía color... debía de haberse dado cuenta de que era reptil y que su sangre fría, más lo frio del agua y clima no le ayudaban en nada. —Cocodrilo... con descendencia serpiente— le rectificó con la voz temblorosa y la mirada cada vez más perdida.

El perro se quitó de encima de sus caderas y sin que él pudiera renegar se dejó ayudar a salir del agua. Si seguía ahí... corría peligro de nunca salir. No escuchó muy bien lo que el rubio le decía, pero estaba completamente absortó en su dolor. "La vida no puede ser más mierda". Lo chico lo guió hasta lo que parecía una pequeña bóveda del parque. Era un espacio extremadamente pequeño, sofocante, oscuro y con algunas bicicletas. Jace lo observó con la mirada nublada y a pesar de su frio y su condición chasqueó la lengua cuando le escuchó decirle que se quietara la ropa... que no era su tipo. — Idio-ta...yo...s-soy...el...tipo...de cualquiera-ra...— musitó castañeando y se recargó ligeramente en la pared para apoyarse y se sacó el sacó con mucho pesar, desabrochaba la camisa cuando una ligera corriente de aire entró por una rendija de la puerta y de repente se desplomó por el piso, sin darle oportunidad a hacerse nada más. Su pecho estaba a la vista y uno de sus ojos se entreabrió para observar al chico ahora en su forma espiritual. — A-ayu-dame...—alcanzó a musitar.

**Mark Kruger** Lun Ene 09, 2012 6:54 pm

Pues lo que fuera, serpiente o cocodrilo, daba igual era un tipo de sangre fría que en esos momento seguramente la estaría pasando muy mal e incluso podía perder la vida en ese instante por culpa de los descuidos que ambos cometieron aunque a Mark no le agradaba, ni un poco, tenia un aroma exquisito y necesitaba su ayuda, se sentía culpable por lo que no esperaba negarse...es mas aunque lo odiara no le negaría su ayuda.
Se acerco al castaño que seguía tirado en el suelo, olfateo ligeramente su cuello mientras sus orejas de perro se movían hacia atrás, le observo fijamente antes de subirse encima de la anatomía del cocodrilo, acurrucándose para darle su calor, frotando su cabeza en el cuello ajeno sin poder detener el movimiento de su cola que se movía de un lado a otro.

No le tomo mucho a tiempo Kruger entrar en calor pero lo que esperaba es que esa misma tibieza se la pudiera transmitir al otro chico, no quería que muriera, se acurruco mucho mas sobre el cuerpo del ojiverde, moviendo ligeramente sus orejas, con los ojos cerrados, atento a cualquier sonido pero al parecer esa parte del Parque estaba desolada.

**Jace Herondale** Lun Ene 09, 2012 7:08 pm

Jace tuvo miedo… no era la primera vez que lo sentía, cuando niño lo había sentido innumerables veces pero hacía ya tanto que ese sentimiento no formaba parte de su ser. Herondale no valoraba demasiado su existencia, pero de una cosa estaba seguro… él no tenía intenciones de morir. Tenía que seguir jodiendo al planeta con su deliciosa existencia. “No me puedo morir. No puedo morir”.

Cerró los ojos por impulso más que por gusto y de repente sintió un perro sobre de sí. Jace no era muy fan de que dos hombres estuvieran tan juntos, pero no podía quejarse, el chico perro le estaba ayudando como se lo había pedido. Le olfateaba, se le acurrucaba, se frotaba sobre de él. No era tan malo después de todo. Su temperatura era endiabladamente alta y la piel que ya estaba en contacto del pelo se estremecía plácidamente… pero no era suficiente. La estatura del perro era demasiado pequeña… necesitaba algo más. —M-más…por…fa-vor…más…— tartamudeó y estiró una mano que pasó lentamente por toda la columna del perro.

**Mark Kruger** Lun Ene 09, 2012 7:37 pm

Buscaba darle todo el calor que podía, frotando su cuerpo cálido con la anatomía ligeramente fría del mayor, sabia que necesitaba calentarlo mas rápido o iba a morirse ahí pero al parecer su tamaño no le ayudaba demasiado para darle toda la tibieza que necesitaba. Comenzó a lamer el dulce de la piel del pecho y cara del castaño, acurrucándose mejor sobre el cuerpo del tipo de sangre fría; escucho la suplica ahogada, se dio cuenta que el cocodrilo debió haberse tragado todo su orgullo para pronunciar aquellas palabras así que no podía negarse sobre todo porque era en parte su culpa...Dios, ser tan amable siempre le metía en problemas.

Con suavidad dejo que su aliento rozara los labios del ojiverde antes de darle algunos delicados lametones, volviendo a su forma humana, quedando encima del castaño, con la piel ardiendo por haber permanecido tanto tiempo como perro, rodeando su cuello con ambos brazos aun con sus labios juntos sin atreverse a moverlo, pegando sus anatomías, rozándolas para que sintiera el calor de su cuerpo.
-Abrázame, así podremos compartir mi calor corporal -susurro en voz baja, frotando sus narices, mantenía sus ojos cerrados e intentaba pensar en otras cosas porque sin importar la situación tan critica, tenia instintos básicos, el sentir la cercanía y el aroma que desprendía la piel del cocodrilo, no ayudaba en mucho a su cuerpo adolescente y hormonal.

**Jace Herondale** Lun Ene 09, 2012 9:03 pm

Casi se muerde la lengua cuando se escuchó a si mismo rogando por ayuda. ¿Era tanta su desesperación por no morir? Guardó silencio y cerró con fuerza los ojos. Quizás y todo estaba perdido para él. Sus pensamientos estaban dispersos cuando de repente sintió que el perro le rozaba los labios, no se había sorprendido... hasta que sintió mucho más peso y en vez de pelo, sintió piel. El rubio se había convertido en humano de nueva cuenta.

—....— no respondió ante su petición de compartir su calor corporal, pero lo hizo, deslizó sus manos por debajo de la camisa para poner sus frías manos sobre esa cálida espalda. El olor del perro era bastante atrayente para el cocodrilo por lo que no dudo en deslizar las manos más al sur casi al borde de los pantalones. Sus narices frotándose, sus labios prácticamente unidos, sintiendo su respiración caliente de forma totalmente atrayente. Pero el frio dentro de Jace era aún inmenso... necesitaba aún más y ya no pensaba rogar por ayuda. En un derroche de adrenalina le tomó del culo y lo apretó mientras le mordía el labio. —Me vas a calentar más, perro— musitó con el labio ajeno entre sus dientes. Era su culpa, por empujarlo a la fuente, ahora tenía que responderle.

Para Herondale no era nada sencillo, a decir verdad nunca había jodido con un hombre ya que no eran de su preferencia, pero estaba desesperado y en momentos desesperados, medidas desesperadas... o por lo menos eso pensó.

**Mark Kruger** Lun Ene 09, 2012 9:29 pm

Dio un respingo, tensándose con nerviosismo al sentir como las heladas manos del cocodrilo se deslizaban bajo su ropa, deslizándose por su piel ardiente y tersa, provocando un estremecimiento que le erizo la piel de la espalda y la nuca sin embargo al sentir las manos apretando con fuerza sus trasero ademas de la mordida firme en sus carnosos labios, sus ojos se abrieron con sorpresa mientras la piel pálida de su rostro se ruborizaba intensamente-...¿Que..? -murmuro bastante confundido al escuchar las palabras del castaño.
Sin embargo era su culpa, lo había empujado hacia la fuente del parque en su afán por rescatar su pastel y por eso le había puesto en aquella precaria situación...no era virgen, de ninguna de las maneras que podría serlo, pero tampoco sabia si era bueno joder con un desconocido aunque este estuviera muriéndose de frió y dependiera del calor que pudieras proporcionarle.

Abrió los labios intentando decir algo pero ningún sonido salio de su garganta, sacudió un poco su cabeza antes de mirar fijamente al ojiverde- Esta bien pero que sea rápido -jadeo con ansiedad antes de abrir sus labios y juntar sus bocas en un beso desesperado, probando la carnosidad, succionando ligeramente el labio inferior, rozando con sus dientes el labio superior, deslizando su lengua en el interior de la húmeda cavidad, enredando ambos músculos, moviéndose lentamente dentro de la boca ajena, palpando su paladar, el interior de sus mejillas y probando la saliva ajena. "Esto no esta bien...no esta bien" se repetía mentalmente pero su cuerpo hacia tiempo que había despertado, buscando liberar ese calor que se juntaba y bullía en la parte baja de su vientre.